Funciona con personas de cierto nivel de búsqueda interior, que persiguen no solo el alivio de los síntomas, sino crecer, encontrarse, resolver conflictos interiores, volverse más conscientes. No es recomendable si solo quieres abordar lo superficial.

La terapia Gestalt permite conocer los patrones relacionales, pensamientos y comportamientos que bloquean la conciencia presente y lleva a situaciones de infelicidad. Por ello es utilizada para tratar problemas como la ansiedad, depresión, autoestima, dificultades para relacionarse (parejas, familia…), pérdida de control, búsqueda de orientación o cambio en los objetivos vitales…Y para los efectos físicos que estos problemas generan como trastornos del sueño o digestivos, dolor de espalda o de cabeza…

No te voy a engañar, los procesos gestalt no son de corta duración, ya que no se trabaja simplemente la resolución del síntoma, sino en profundizar en los procesos emocionales causantes de estos.

Es difícil saber con exactitud cuántas sesiones harán falta, pero si hay algunos factores que se pueden tener en cuenta. Dependerá de la necesidad de cada persona, su implicación, del proceso en sí… Además en conjunto se acordará tanto el inicio de la terapia, el ritmo de la misma y también su finalización.

Habrá casos específicos donde sí se tenga que requerir al uso de medicación para actuar sobre algunos síntomas concretos facilitando así la psicoterapia. Aún así será siempre un médico quien prescriba y supervise la toma de medicación.